... a arroz con almejas y mejillones


La receta original es simplemente arroz con almejas, pero como me habían sobrado unos mejillones que hice al vapor, también se los he añadido y no le va nada mal. Es un plato muy rico y muy sencillo en su elaboración.

Ingredientes:

Aceite
1 Cayena
6/8 Dientes de ajo
Perejil
1/2 kg de Almejas y en este caso algunos mejillones.
300 gr. de Arroz
2 pastillas de caldo de pescado disueltas en 600 gr. de agua.
1/2 a 1 vaso de sidra natural.

Elaboración:

Abrir las almejas al vapor y reservar. 

En una cazuela poner aceite en la base, añadir la cayena desmenuzada, un poco de perejil y los ajos picaditos. Sin dejar que se doren, rehogar el arroz y añadir a continuación el caldo de pescado que habremos hecho con las pastillas, si no tenemos caldo natural. También añadiremos el vaso de sidra.

La cantidad de líquido es la de la fórmula tradicional: doble que la de arroz, para un arroz seco o cuatro veces, para un arroz caldoso. En cualquier caso, yo he tenido que añadir más líquido, en este caso sidra, pues el arroz pedía más. Si vemos que se está quedando seco y todavía está duro, añadimos un poco más. Depende del tipo de arroz y de lo fuerte que esté la cocción, incluso de la altitud de donde se cocine.

Cuando ya esté casi a punto, adornamos con las almejas y los mejillones, espolvoreamos con el resto del perejil. Lo tapamos 5 minutos con papel de aluminio y listo.

... a cupcakes doble chocolate


Un cupcake es una pequeña tarta para una persona, que se cocina en un pequeño molde similar al empleado para hacer magdalenas o muffins. Suele cubrirse con glaseados diversos y elementos decorativos como las virutas, frutos secos, etc. 

De origen estadounidense, al parecer surgió en el siglo XIX, hacia 1828 y como entonces no existían los moldes de papel, se hacían en tazones y cazuelitas de barro o cerámica, conocidas como ramequines. De ahí su nombre en inglés (cup y cake). También se llaman así por la forma de medir los ingredientes empleados para su elaboración, pues el uso de tazas (cups) para medirlos, supuso una pequeña revolución en la cocina por el gran ahorro de tiempo en relación a la fórmula tradicional.

La receta base para hacer un cupcake es la misma que se emplea para cualquier otra tarta:  mantequilla, azúcar, huevos y harina. Hoy día lo más habitual es hacerlo en moldes de papel, que existen en multitud de formas y colores.

La serie "Sexo en Nueva York" encumbró estos pequeños pastelitos, así como a "Magnolia Bakery", la pastelería que aparece en la serie y que es uno de los templos del cupcake en Nueva York.


Esta receta va dirigida a los amantes del chocolate, pues no sólo lo contiene la masa, sino que está coronado por una deliciosa crema que hace que al morderlo se mezcle con el bizcocho y resulte un auténtico placer para el paladar. 

Ha sido elaborada gracias al libro "Chocolate moderno" de Pedro Álvarez y el equipo de Pancracio, y si  el chocolate es tu perdición, no debería faltar en tu biblioteca gastronómica.


Ingredientes para la masa:

200 gr. de azúcar
200 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
4 huevos
175 gr. de harina
30 gr. de cacao en polvo
1 sobre de levadura en polvo
un pellizco de sal

Ingredientes para la crema suprema de chocolate:

325 gr. de chocolate negro 70% en trocitos
125 ml. de agua
175 gr. de mantequilla

Como la crema de chocolate necesita enfriarse durante al menos una hora, yo comenzaría la elaboración por la crema del siguiente modo:

Elaboración de la crema:

FUNDIR el chocolate en trocitos con el agua en un baño de vapor, removiendo hasta que quede suave y homogéneo. Para el baño de vapor poner un cazo con un poco de agua a hervir y cuando hierva y se produzca el vapor, poner encima un bol lo suficientemente grande para que quede apoyado sobre el cazo, sin tocar el agua. Es como el baño maría, pero sin que el recipiente de cristal toque el agua.

CORTAR la mantequilla en cubitos y añadir removiendo a la mezcla anterior hasta que se funda totalmente y quede una crema suave y homogénea. Enfriar en el frigorífico una hora más o menos, hasta que adquiera la textura deseada.

Elaboración de la masa:

PRECALENTAR el horno a 200º C.

PREPARAR una bandeja de horno para cupcakes con moldes de papel.

BATIR en un bol el azúcar y los huevos hasta obtener una mezcla esponjosa y pálida.

AÑADIR la mantequilla que estará a temperatura ambiente, y seguir batiendo hasta incorporar bien.

TAMIZAR juntos la harina, el cacao, la levadura y la sal, y mezclar.

INCORPORAR a la masa anterior removiendo hasta que la mezcla sea homogénea.

VERTER la mezcla sobre los moldes hasta llenar 2/3 de su capacidad.

HORNEAR durante 15 minutos aproximadamente, bajando el horno a 180º C.

ENFRIAR sobre una rejilla.

ADORNAR con la crema de chocolate con la ayuda de una boquilla y una manga pastelera o bien con una espátula metálica fina. Coronar cada cupcake con virutas de colores, frutos secos picados, una frambuesa o cualquier otro ingrediente que se os ocurra y que le aporte color.


... a marmitako

El origen del marmitako, se encuentra en los pescadores vascos y cántabros. Marmitako significa "de la marmita" en euskera y según la definición del diccionario es un cocido de bonito. La marmita es una olla de metal con tapa ajustada y una o dos asas, uno de los pocos enseres de cocina que se llevaban a bordo. Su nombre en castellano, "marmita", es el que se utiliza en el oriente de Cantabria.

El marmitako es un guiso de atún blanco o bonito del norte con patatas, cebolla, pimiento y tomate. Además es una de las formas más conocida de preparar el bonito, un pescado azul muy nutritivo.

Este guiso, se lo dedico a quien me lo enseñó y preparó conmigo: mi tío Antonio, un excelente cocinero que ha pertenecido a  la Sociedad Gastronómica Vasca "Klink" de Fuenterrabía.


Ingredientes:

Normalmente se pone la misma cantidad de bonito que de patata, aunque podemos echar un poco más de patata si queremos que nos cunda más.

1,5 kg. de bonito sin limpiar
1,5 ó 2 kg de patatas
2 pimientos verdes grandes (de los alargados)
1 cebolla gorda
1/2 pimiento rojo (opcional para dar un poco de color al guiso)
1 tomate
2 dientes de ajo
1 copa de coñac (unas 4 cucharadas)
1 guindilla (opcional)
1 cucharada de pimentón de la vera (si es posible)
aceite y sal

Preparación:

Limpiamos el bonito, lo troceamos en dados y lo reservamos. 


Ponemos a hervir la piel y las espinas y preparamos un caldo de pescado, pues es el que utilizaremos para el guiso. Podemos añadir también al caldo, 2 pastillas de concentrado de pescado para darle más sabor.

Picamos la cebolla y los ajos. Cortamos los pimientos en trozos no muy pequeños y pelamos y troceamos el tomate.

"Cascamos" en pedacitos las patatas. Esto es importante: cascar la patata es cortarla en trozos sin llegar al final y romper lo que queda sin cortar, con un giro de muñeca. De esta forma sueltan parte de la fécula y ayuda a espesar el guiso. Si no lo hacemos cerramos el poro y el guiso no espesará igual. Esto es válido para cualquier guiso que lleve patata.

En una cazuela o "marmita", ponemos aceite para cubrir la base y añadimos la cebolla, el ajo, los pimientos y la guindilla (opcional) y lo dejamos a fuego medio hasta que estén tiernos pero sin dorarse. 

A continuación añadimos el tomate picado, la copa de coñac y lo dejamos 5 minutos a fuego lento.

Incorporamos el pimentón teniendo mucho cuidado para que no se queme. (Yo añadí pimentón de la Vera, que para mi gusto es el mejor pimentón que tenemos en España. El mío era picante, por lo que prescindí de la guindilla, y le aportó al guiso un sabor muy rico).

Nada más añadir el pimentón y removerlo para integrarlo, añadimos las patatas "cascadas" en pedazos y con una cuchara revolvemos todo y lo tenemos cociendo unos 5 ó10 minutos más o menos, revolviendo a menudo.


Seguidamente cubrimos las patatas con el caldo hirviendo y lo dejamos cocer hasta que estén hechas. Rectificamos el punto de sal.



En ese momento echamos los trozos de bonito que previamente habremos salado, removemos con cuidado, apagamos el fuego y tapamos para que el bonito termine de hacerse. Como el bonito está troceado, no necesita estar más tiempo al fuego cociéndose, pues esto haría que se quedase demasiado seco.

Como se puede comprobar es un guiso muy fácil, completo (pues en si mismo constituye un plato único) y muy nutritivo. Espero que os guste!!

... a roscón de reyes ¿tropical?


Naturalmente, como no podía ser de otra manera, hoy huele a azahar y no sólo la cocina, sino toda la casa. Desde que tengo la Thermomix, no he vuelto a comprar un roscón y muchos de los que venden no me saben igual, pues algunos no llevan esta esencia tan característica y para mí fundamental en su elaboración.

Y ¿por qué lo de tropical?. Pues porque como podréis ver en la foto de más abajo, este año he puesto unas frutas tropicales confitadas, que me parecían muy vistosas por su color y porque pensé que seguramente serían menos empalagosas que las tradicionales (tienen un puntito de acidez que creo contrasta muy bien con el dulce). Lleva piña, kiwi, papaya y cerezas. Las compré por casualidad en Carrefour.

La receta que utilizo es la que viene en el libro de "un nuevo amanecer" de la TM21, no sé muy bien por qué pero me gusta más que la nueva del libro de la TM31. Cada uno tiene sus manías. Por si alguien no tiene la máquina, también podría hacerse a mano, aunque el que se utilice un poco la temperatura, creo que ayuda a la fermentación de la levadura en la masa.

Ingredientes:

150 gr. de azúcar
Piel de 1/2 naranja y de 1/2 limón (solo la parte coloreada)
150 gr. de leche
2 nueces de levadura prensada (unos 30 gr.)
100 gr. de mantequilla
2 huevos + 1 para pintar
Azúcar granulada (yo utilizo azúcar normal, ligeramente humedecida hasta formar grumitos)
1/2 cucharadita de sal
2 cucharadas de agua de azahar
550 gr. de harina preferiblemente "de fuerza"
Frutas escarchadas
Almendras laminadas



Importante: Los ingredientes deben estar a temperatura ambiente, para facilitar la fermentación de la levadura y que la masa suba. También es importante que la levadura sea cuanto mas fresca mejor. Aunque en alguna ocasión me dijeron que se podía congelar y luego usarla una vez descongelada, la masa ya no sube igual. Incluso puede no subir.



 Elaboración:

Prácticamente como viene en el libro: Pulverizar el azúcar en el vaso muy seco unos 30 seg. a v. 5-7-9 progresivo. Añadir las pieles de naranja y limón y repetir la operación. Agregar la leche y programar 2 min. a 40º, v. 5. Añadir en este orden, la mantequilla, levadura, los 2 huevos, el agua de azahar y la sal. Batir unos seg. a v. 5. Agregar la 1/2 de la harina, 15 seg. a v. 6. Incorporar la harina restante y amasar 2 min.  a v. espiga.



Dejar reposar dentro del vaso, tapado con el cubilete, hasta que doble volúmen.

En este paso he probado multitud de inventos: cubrir con un paño, como dice la receta; taparlo además con una bolsa de plástico, que tampoco va nada mal para que conserve el calor; pero lo último que se me ocurrió, aunque dé un poco de risa, fue rodear el vaso con una manta eléctrica pequeña, a la mínima temperatura. Ese calorcito constante y suave, hace que la masa suba mucho antes. 

A mí me funciona.




Cuando haya subido, más o menos como en la foto, pincelar una bandeja de horno con mantequilla. Sacar la masa del vaso, con las manos previamente mojadas en aceite y ponerla en el centro de la bandeja en forma de bola. Hacer un agujero en el centro de la masa y estirarla hacia los bordes para darle la forma de roscón. Si tenemos alguna figurita para la sorpresa, es el momento de ponerla. Batir el huevo que teníamos reservado y pintarlo con una brocha de cocina. Adornarlo con las frutas, las almendras laminadas y el azúcar por encima.


Introducirlo en el horno precalentado a 50º (horno tibio). Poner en el centro o en una esquina un vasito pequeño de cristal, con agua (importante que el cristal resista la temperatura) y esperar a que vuelva a doblar su volúmen. A mí me suele tardar unos 10 ó 12 minutos.

Después subir la temperatura a 225º y hornear 10 minutos. Bajar la temperatura a 200º y hornear hasta que esté listo. En este punto hay que estar pendiente de que no se tueste demasiado. Si viésemos que esto sucede y no está suficientemente cocido, poner una lámina de papel de aluminio por encima. En mi horno que es muy corriente, no llega a 15 minutos. Dejar enfriar y listo.


Notas para la compra

El agua de azahar se vende en supermercados, y suele ser, por ej. de la marca Vahiné, que tiene muchas otras cosas de repostería, como las almendras laminadas. Yo he intentado en alguna ocasión laminar una almendra y no es una tarea fácil, pues se rompen, te puedes cortar un dedo y además no quedan tan finas. También podemos encontrar el azahar en las farmacias.
La harina de fuerza es de Mercadona  y también la venden al peso en algunas panaderías o pastelerías. La levadura prensada, la tienen en supermercados como Mercadona, Carrefour, etc. Viene en unos daditos en packs de 2 unidades, también la venden al peso en algunas panaderías/pastelerías. Las frutas escarchadas en pastelerías (más caras) y multitud de supermercados.

... a pastel de puerros



El puerro es una hortaliza que habitualmente utilizamos más como acompañamiento de otros ingredientes, que como ingrediente principal.

Aunque inicialmente pueda parecer poco apetecible un hojaldre relleno de puerros, puedo asegurar que el resultado es el de un plato espectacular, tanto para la vista como para el paladar.

Además, es una receta fácil y que no tarda demasiado en prepararse. Si habitualmente tenemos un paquete de hojaldre en el congelador, podemos hacerla en cualquier momento, pues el resto de ingredientes son de lo más corriente y están habitualmente en nuestra cocina.

Ingredientes:

1 caja de masa de hojaldre que contenga 2 hojas
4 ó 5 puerros gorditos
5 yemas de huevo y 1 huevo entero
50 gr. de mantequilla
100 gr. de nada líquida para cocinar
100 gr. de queso rallado Emmental
50 gr. de harina aprox.
sal y pimienta negra molida


Elaboración:

Cortar la parte blanca del puerro en juliana, lavar y ponerlo a cocer unos 5 minutos en agua hirviendo con sal. Escurrir.

En un recipiente mezclar la nata con las 5 yemas, añadir una pizca de sal y reservar. 

En una sartén, deshacer la mantequilla, añadir el puerro y la harina y rehogar unos minutos. A continuación incorporar la mezcla de las yemas y la nata y separar enseguida del fuego, porque si lo dejamos mucho, se convertirá en tortilla y lo que queremos es que  quede cremoso. 

Extendemos con el rodillo, una de las láminas de hojaldre hasta que nos quede del tamaño deseado. Colocamos la lámina extendida sobre una bandeja de horno (podemos poner un papel de hornear entre la bandeja y la masa, así evitaremos que ésta se pegue y que la bandeja se manche). Extendemos por encima los puerros, dejando unos dos centímetros sin cubrir por los bordes para poder cerrarla con la otra lámina, espolvoreamos con un poco de pimienta y añadimos por encima el queso rallado. 

Finalmente lo cubrimos con la otra lámina (que también habremos extendido) y sellamos las dos, humedeciendo una de ellas con agua a modo de pegamento. Batimos el huevo entero y pincelamos con él la superficie. La pinchamos con un tenedor para que salga el vapor y no se abra y la introducimos en el horno previamente precalentado a 220º, en la parte central, unos 25 minutos. Si vemos que la superficie se dora demasiado pronto, podemos poner una lámina de papel de aluminio por encima para evitar que se queme.

... a fondant

En mi primera receta conté cómo se hace la masa de galletas, bueno una de tantas fórmulas que hay, que no tiene por qué ser la mejor. Iré experimentando con otras, pero de momento esta me funciona y las galletas tienen un delicioso sabor. Me recuerdan a las galletas danesas que vienen en lata.

El uso del fondant, es muy sencillo, pues se asemeja a una plastilina azucarada. Se puede hacer en casa, pero para empezar, creo que es más fácil comprarlo hecho en los colores principales (blanco, rojo, verde, negro ...). Los de la foto los venden en DeCake (c/Arturo Soria), pero también los puedes encontrar en The American Store (en Pº San Francisco de Sales, 3 y 5), en Keyks (Madrid y Pozuelo), etc


También puede ayudarte tener unos colorantes en gel, para variar el tono del fondant, o hacer mezclas entre ellos. Por ejemplo si quieres hacer un rosa, utiliza un poquito de fondant rojo y mézclalo con una cantidad mucho mayor de fondant blanco. Los colorantes son muy intensos y hay que tener la precaución de usarlo de menos a más, pues siempre podrás oscurecer el color, pero si te pasas de intensidad ya no podrás aclararlo. Introduce la punta de un palillo en el colorante y ve impregnando el fondant. Amásalo y comprueba que es el tono deseado. Si está más claro, repite la operación.


El grosor del fondant al amasarlo debe ser mucho más delgado que el de la galleta. Puede suceder, si tienes las manos muy calientes, que se te pegue al manipularlo. Para evitarlo puedes utilizar la grasa vegetal que aparece en la foto "Crisco". Se da un poquito en las manos y listo. Una vez que lo hayas amasado, lo cortas con el molde correspondiente y lo "pegas" en la galleta untando ésta con una finísima capa de margarina, por ej. Puedes hacerlo con un dedo impregnado en margarina. Extiéndela muy bien y pega encima el fondant. Para pegar el fondant entre sí, es decir fondant sobre fondant, humedece muy ligeramente una de las partes con agua y pégalos.


Estas son las galletas finalizadas. Una vez pegado el fondant blanco sobre la galleta, las he pincelado con un colorante dorado, a continuación he pegado las bolitas plateadas y finalmente he recortado unas hojitas de acebo con un cortador especial llamado eyector (como el de la foto). Este cortador tiene un pulsador en la parte de atrás,  que funciona como una jeringa. Primero se coloca presionando sobre el fondant para que corte con la forma de la hoja y sin levantarlo se presiona sobre el pulsador para que marque los nervios de la hoja. Finalmente he puesto unas bolitas de fondant rojo. Dejamos secar las galletas unas horas y ya están listas para comer.









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