Un poco de historia ...
Aunque no se puede afirmar a ciencia cierta que sea así, se cree que el origen del brownie se sitúa en Nueva Inglaterra (EE.UU), en los primeros años del siglo XX. Diversas fuentes coinciden en atribuir la primera receta al catálogo Roebuck de Sears en 1897, aunque más bien se trataba de un dulce de melaza de color marrón, con una nuez en el centro.
El Larousse Gastronómico, considerado por muchos como la referencia de cocina por excelencia, establece que la primera receta escrita para brownies, apareció por primera vez en el libro "
The 1896 Boston Cooking-School Cook Book", escrito por Fannie Merritt Farmer, pero era una elaboración de tipo galleta, muy diferente de lo que conocemos hoy por brownie. Sin embargo, según lo verificado por Jean Anderson en el libro: "
The American Century Cookbook: The Most Popular Recipes Of The 20th Century", las dos primeras recetas publicadas para brownies, aparecen en libros de cocina basados en el de Boston. La primera, en una edición posterior del "The Boston Cooking-School Cook Book". (No me importaría nada tener estos dos libros, ya conocéis mi adicción por los libros de cocina...)
Es fácil darse cuenta que el brownie, debe su nombre a su color marrón oscuro (brown) y como muchas otras recetas su origen está envuelto en numerosas leyendas que se narran de diversas formas: la de que un chef agregó por error chocolate derretido a un lote de galletas, la de un cocinero que estaba haciendo un pastel y no tenía suficiente harina y una de las favoritas y quizá la más extendida, la de un ama de casa en Bangor, Maine, que estaba haciendo un pastel de chocolate y se le olvidó echar la levadura. Cuando vio que el pastel no subió, en vez de tirarlo, lo cortó en pequeñas porciones y lo sirvió así a sus comensales.
Hay miles de recetas de brownies y como todas son riquísimas, qué mejor excusa que tratar de probarlas todas...
ANA J., esta receta va por ti, puesto que eres tu quien me la ha pedido. Espero que te guste, aunque sé que con estos ingredientes es difícil que no sea así. He tardado en decidir qué receta hacer de las muchas que hay sobre este delicioso postre y finalmente, me he decidido por ésta, aunque también os dejo un enlace a la de
Pierre-Dominique Cécillon para Larousse Cuisine. En el enlace está el vídeo y aunque es una receta muy fácil, nunca está de más ver como la hace un cocinero de la categoría de Pierre-Dominique.
Yo he elegido la que pongo a continuación en esta ocasión, porque quería hacer más cantidad y con respecto a la receta de Pierre, ésta lleva más proporción de chocolate que de mantequilla. También lleva levadura, por lo que queda más esponjosa. Además le he añadido una cucharadita de extracto puro de vainilla, porque me encanta.
Brownies
Ingredientes:
200 g. de chocolate Nestlé postres (8 barritas)
100 g. de mantequilla a temperatura ambiente y un poco más para engrasar el molde
3 huevos batidos
100 g. de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
75 g. de harina
1 sobre de levadura Royal
1 pellizco de sal
80 g. de nueces troceadas
Preparación:
Calentar el horno a 180ºC. Engrasar y forrar con papel de hornear un molde cuadrado de 20 cm. de lado. Si se hornea en un molde demasiado grande, se quederá demasiado fino y seco. Por el contrario si usamos un molde demasiado pequeño, se quedará crudo por el centro.
Fundir el chocolate en un baño vapor: poner el chocolate troceado en un cuenco de cristal sobre un cazo con agua hirviendo a fuego lento, sin que toque el agua. También puede hacerse en un microondas a potencia media, abriendo el horno para remover cada 20 ó 30 segundos. Una vez derretido, retirar del calor, añadir la mantequilla y mezclar. Dejarlo enfriar.
En otro cuenco batir los huevos junto con el azúcar y el extracto de vainilla.
Tamizar la harina junto con la levadura y la sal y verter en el bol de los huevos. Mezclar hasta que se incorpore.
A continuación echar esta mezcla sobre el chocolate y remover con una espátula hasta que los ingredientes se mezclen.
Finalmente añadir las nueces picadas. Si te resulta difícil partirlas con un cuchillo, puedes meterlas en una bolsa de plástico y dar pequeños golpecitos con el rodillo de amasar.
Verter la mezcla en el molde y distribuirla uniformemente con la ayuda de una espátula. (Dicen que para mejorar la textura se recomienda dejar la masa en el molde durante varias horas en la nevera, incluso toda la noche antes de hornear. Esto yo no lo he probado, siempre que surge hacerlo, es para comerlo en el día).
Hornear entre 30 y 35 minutos o hasta que sus bordes resulten firmes al tacto, en cualquier caso siempre es mejor comprobar con una aguja, que está perfectamente cocido por el centro. Si ves que aún no está hecho por el centro, pero empieza a dorarse demasiado, cúbrelo por encima con papel de aluminio.
Una vez fuera, dejar enfriar dentro del molde durante 20 minutos y volcar sobre una rejilla metálica para que se termine de enfriar.
Se puede espolvorear con azúcar glas (aunque no es necesario).
Cortarlo en cuadraditos y servir solos, o acompañados de una bola de helado de vainilla y sirope de chocolate caliente.
Resulta absolutamente delicioso y puedo garantizar que es difícil que sobreviva más de 24 horas...