... a galletas de vainilla decoradas con fondant

Hoy con mucha ilusión inauguro mi blog, que espero poco a poco pueda convertirse en una recopilación no solo de recetas, sino de recuerdos y experiencias culinarias que reflejen mi pasión por la cocina y en especial por la repostería.

En la descripción del blog se puede ver el por qué del nombre, pero por si hubiese algún perezoso que no tiene ganas de investigar, lo escribo en la que es oficialmente mi primera entrada:








"... porque los olores evocan recuerdos que permanecen con nosotros para siempre. El del pan recién horneado en la tahona y el de la levadura fresca, me transportan a mi niñez, a los veranos en Muros (La Coruña). ¿No os ha pasado alguna vez que al entrar en una pastelería atraídos por su olor, os habéis sentido decepcionados porque el sabor del dulce adquirido no tiene nada que ver con ese aroma a vainilla que os hizo entrar? El olor de la hierba recién cortada, el de la tierra mojada por la lluvia, el de la chimenea encendida en el hogar ¿y el olor del mar? Me gusta el olor de los pasteles recién horneados que inundan con su aroma mi cocina y quisiera que las personas que me rodean, cuando perciban ese aroma inconfundible de la vainilla, el azúcar y la harina, aunque estén lejos de casa, recuerden esos momentos que pasamos juntos y el cariño que puse al elaborarlos para ellos".


Y bien, dicho esto, dejo la primera de las recetas que ha impregnado de un delicioso aroma mi cocina, entremezclado con una gran alegría por parte de los "catadores oficiales" que devoran cada uno de mis experimentos:



Siempre me ha gustado hacer galletas y no sé en qué momento descubrí las decoradas, pero inmediatamente decidí que yo tenía que aprender a hacerlas y la investigación me llevó hasta DeCake, donde nos iniciaron en el uso del fondant y la glasa.

Estas son las primeras y salvo "la parejita", la decoración es la que aprendimos en el curso (mi creatividad no da para mucho...) En cuanto a la pareja, tengo que decir que la confección de los trajes corre por cuenta de la diseñadora de la familia, mi hija Laura (Le Papillon Gris), que en cuanto las vio se puso manos a la obra y creó estos divertidos modelos.

Ingredientes para las galletas:

450 gr. de harina
1/2 cdta. de sal
225 gr. de mantequilla
220 gr. de azúcar glas
1 huevo grande
2 cdtas. de extracto puro de vainilla

Elaboración

Tamizamos la harina y la ponemos en un bol junto con la sal y reservamos.

En un robot de cocina, por ej. thermomix ponemos la mantequilla en el vaso y programamos 1' a vel. 3'5; a continuación colocamos la mariposa y añadimos el azúcar glas y programamos 5', vel. 3'5.

Sin pararla añadimos el huevo y la vainilla por el bocal y seguimos batiendo hasta que queden incorporados los ingredientes y se vea una textura suave.

Paramos la máquina, quitamos la mariposa y vamos añadiendo la harina y la sal en varias veces, en vel. 3'5 unos segundos, hasta conseguir que nos quede una masa firme. (Si fuese necesario, añadir más harina pero siempre en cantidades pequeñas, por ej. una cucharadita, pues si nos excedemos nos quedará la masa seca y se resquebrajará al manipularla).









Dividimos la masa en dos o cuatro porciones, las envolvemos en film transparente y la dejamos en el frigorífico, un mínimo de 1 hora. El éxito de la masa es que esté siempre lo suficientemente fría al manipularla. Es preferible que cueste amasarla. Podemos guardarla durante 2 días refrigerada o si lo deseamos congelarla.

Para amasarla podemos utilizar un rodillo con unas gomas adaptadas al grosor que vayamos a darle. Se aconseja una medida de unos 0,5 cm, ni demasiado fina ni demasiado gruesa. Yo he puesto la masa entre dos hojas de papel encerado o papel de hornear. También se puede poner una hoja de papel de hornear, dos listones del grosor deseado a cada lado (el espacio dependerá del ancho del rodillo, pues los extremos del mismo deben apoyarse sobre los listones), y otra hora de papel encerado encima de la masa. De esta forma no se pegará al rodillo, evitaremos añadirle más harina de la necesaria y podremos reutilizar los restos de masa que nos queden al hacer los cortes.
Una vez tengamos la masa extendida, iremos marcándola con los distintos cortadores y podemos proceder de dos formas: o bien pasar directamente el papel encerado, una vez retirados los restos de masa, a la bandeja de hornear, para lo cual debemos dejar una separación de 1,5 - 2 cm. entre cada una, o transferir con una espátula cada galleta a la bandeja, teniendo mucho cuidado para que no se deformen. Conviene que la bandeja esté cubierta con una lámina antiadherente o con papel de hornear. Antes de hornear meter en el frigorífico al menos 5 minutos.
Precalentar el horno a 175º y hornearlas durante 12 minutos, en la parte media-baja de nuestro horno. El tiempo y la temperatura es aproximado, pues varía dependiendo del tipo de horno. Puede parecer poco tiempo y en apariencia crudas, pero en cuanto veamos que los bordes empiezan a dorarse, las galletas están listas. Sacar del horno y dejar unos 2 minutos en la bandeja de hornear y a continuación pasar a una rejilla para terminar de enfriarlas. Cuando se enfrían, terminan de endurecerse y adquieren su punto perfecto. Una vez listas podemos guardarlas en una lata y reservarlas hasta el momento de adornarlas con el fondant.





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