... a pastas de té



El horno en esta época es un infierno y yo, cual luciérnaga hipnotizada por la luz, me caigo de cabeza en él, porque de repente, me entran ganas de hacer algo dulce y me acuerdo que tengo un aparatito metido en el armario, muerto de risa y sin estrenar, que me traje de Londres por capricho, como muchos otros y que para más inri, cuando llegué a casa y lo fui a guardar, me encontré con que ya tenía otro igual, que no recuerdo haber comprado o si alguien me lo dio (es de una marca alemana desconocida para mí, y el caso es que tiene una etiqueta amarillenta, con el precio en pesetas, de unos grandes almacenes, así que ya ha llovido...) y que aunque es un poco más antiguo, sirve exactamente para lo mismo. Claro que con lo que tardo en estrenarlo, no me extraña que me sucedan estas cosas. Qué desastre!!


Acabo de ver con horror, por las fotos, que estuve en Londres en el verano de 2008, por lo que lleva en el fondo del armario 3 años!! Bueno, al grano, se trata como algunos ya habréis adivinado de una prensa para hacer galletitas o pastas. Cuál fue mi sorpresa cuando al sacar el más nuevo del armario, descubro que es de la marca "Wilton". Por supuesto cuando lo compré, no había oído hablar de Wilton, ni del método, ni de la cantidad de accesorios de decoración de tartas, ingredientes, etc. Simplemente vi la caja, las fotos de las pastitas y dije: que mono!!, ala para la colección...

El caso es que dudaba que me fuera a salir algo decente de ahí, así que me puse a buscar y me encontré, cómo no, con las galletas de pistola de Kanela y Limón (enlace al final). Tiene un paso a paso con fotos fantástico. El blog de Cristina, es una maravilla. Hace unas tartas deliciosas y con una presentación impecable. Yo he hecho una de ellas, que publicaré algún año de estos, cuando consiga sacarle alguna foto y no sólo es preciosa, sino que está buenísima.

Me reí un montón con su narración y desde luego seguí sus indicaciones al pié de la letra, pues la primera vez soy muy disciplinada y este ha sido el resultado. 


Tengo que decir que me lo pasé bomba, pues en cuanto le cogí el truquillo a la pistolita, las pastas salían a toda velocidad, cambiaba el disco y ala, otra tanda. Al principio, cuando vi los ingredientes, me pareció mucha cantidad, pero cuando descubrí lo divertido que era y lo rápido que se hacen, me pareció poca. Salen un montón. No sabría decir cuántas, pero yo hacía 10 de cada modelo y son 12 discos para pastas normales y 4 para pastitas mini. Es decir, más de 100. 


Respecto a los ingredientes, es importante tener en cuenta que la mantequilla tiene que estar a TEMPERATURA AMBIENTE, es decir, no vale ablandarla en ninguna fuente de calor, ni microondas, ni calefacción (cualquiera la pone ahora!!), ni al sol. Hay que sacarla con antelación y dejar que se ablande por si misma con la temperatura de la habitación. Si se te ha olvidado, para acelerar el proceso, puedes partirla en trocitos pequeños, como los de la imagen de ingredientes y así se ablandará mucho antes.

Tendremos preparado un cuenco, donde habremos tamizado la harina, con la levadura y la sal.

Elaboración:

Batir la mantequilla con el azúcar hasta que consigamos una textura cremosa y blanquecina. En este punto añadir los 20 gr. de leche (unas dos cucharadas) y el extracto puro de vainilla líquido (una cucharada). Continuar batiendo hasta que se integre. Incorporar el huevo y batir hasta mezclar bien.

En este punto y sin dejar de batir, iremos incorporando la harina (tamizada con la levadura y la sal) poco a poco. Cuando nos queden por incorporar una o dos cucharadas, veremos como ya se despega perfectamente de las paredes del vaso. Terminar de integrar y listo. La masa queda con una textura ligera pero compacta y no se pega nada en las manos.

Ahora viene el punto que más nos puede preocupar, pero es realmente fácil. Además, si una no sale bien, la echas de nuevo a la masa y listo.

La prensa es un cilindro con un émbolo en la parte superior y un gatillo lateral (al menos la mía). La masa se carga por abajo, es decir por donde van a salir las galletas y para ello, hay que girar el émbolo, que tiene forma de lágrima, de manera que quede la punta en sentido contrario al gatillo que las dispara, para que pueda subir fácilmente al introducir la masa. La de Wilton, tiene el cilindro transparente, por lo que se ve muy bien el contenido, tanto al llenarla, como cuando se va vaciando.

Una vez llena, colocas el disco que quieras en el tapón inferior, lo enroscas, giras el émbolo, de manera que el pico de la lágrima quede en el mismo sentido que el gatillo y a disparar.



Importante antes de hacerlo:

  • No hay que engrasar la bandeja. Si lo hacemos, la masa no se agarrará a la bandeja y se quedará pegada en la prensa, por lo que no saldrán bien. Colocarlas sobre una lámina de silicona para hornear o directamente en la bandeja. Se desprenden perfectamente y apenas se ensucia. Tampoco funciona bien el papel de hornear (al menos a mí). Tiene poco peso y no se sujeta en la bandeja cuando levantas la prensa o pistola.
  • La prensa se coloca vertical totalmente apoyada sobre la bandeja. Presionamos el gatillo, esperamos un segundito y la levantamos con un movimiento rápido. En cuanto a si soltar el gatillo antes de levantarla o cuando ya lo hayamos hecho, funciona de las dos maneras. Como resulte más cómodo.

Y aquí empieza la diversión!! 

La primera la haces tímidamente y te sale una cosa muy mona y chiquitita. Sonríes y te empiezas a animar. 

La segunda, la disparas con más decisión y resulta más grande que la anterior, por lo que coges la primera y ala, al bol con el resto de la masa para repetir, que la segunda es mucho más mona.

Y de repente, te remangas y te conviertes en el pistolero más rápido del oeste. Una y otra y otra ..., se gasta la masa, pongo más, cambio el disco y alucino con las distintas formas que van saliendo y en un plis plas, te has quedado sin masa, no tienes bandejas suficientes, el calor de la cocina empieza a ser agobiante, pero ... son tan lindas y tan fáciles, que decides que vas a volver al infierno, mucho más a menudo de lo aconsejable en esta época y encima, están francamente buenas. Se pueden adornar con grageas de chocolate o lo que se te ocurra o sin nada también quedan genial.

Truco: mientras se esté horneando una bandeja, mete las que ya estén preparadas para hornear en la nevera, de este modo evitas que se deformen con el calor ambiente.

Por cierto, horno precalentado a 170º,  bandeja en el medio, calor arriba y abajo y unos 12 minutos al principio y unos 10 minutos cuando estés con las últimas bandejas. En cualquier caso como cada horno pertenece a distinto infierno, estar pendiente y en cuanto se empiecen a dorar por el borde, sacar del horno, esperar uno o dos minutitos y enfriar en una rejilla.

Gracias Cristina por tu estupenda receta!! Podéis ver su magnífico paso a paso aquí.


Fotografías por Le Papillon Gris
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